Érase una vez un pueblo pequeñito cerca de una gran ciudad donde había un colegio muy muy viejo. Un día se quedaron a dormir todos los alumnos de 6º, cuando se despertaron se dieron cuenta de que faltaban 3 niños: Irene, Lucas y Antonio.
Policías y padres estuvieron buscando a los niños durante semanas, los policías dieron a los niños por perdidos. Cuando volvieron a la normalidad se trasladaron a un nuevo colegio que habían construido pero las cosas no iban del todo bien…Empezaron a desaparecer materiales de los alumnos, un día faltaba un estuche, otro un par de libros, al siguiente cuatro o cinco bolígrafos. Un día el director iba a corregir unos exámenes, pero no los encontraba, preguntó a alumnos, a profesores, secretarios, al conserje…En fin, a todo el personal del colegio. Pensó que podían estar en el antiguo colegio al día siguiente fue a buscarlos pero no los encontró, cuando se iba a ir oyó un ruido y vio una luz, fue andando hacia ella. Cuando llegó giró la cabeza lentamente y vio a Lucas, Irene y Antonio en forma vaporizada sentados en un aula, se dio cuenta que el profesor que les estaba dando clase era un antiguo profesor que murió en el colegio por un accidente poco antes de que desaparecieran los niños.
El profesor y los niños se giraron hacia el director y le hicieron un simple gesto, colocaron muy coordinados sus dedos índices sobre sus labios ssssssssss…El director muy mareado e impactado los miró fijamente hasta que ¡pum! se desmayó. Al día siguiente el director dejó el colegio y el pueblo y nunca se supo nada más de él.
Alborena