Hace muchos, muchos años, se cuenta que los dragones de las montañas de Pirineo, eran unos seres temidos y poderosos y capaces con su fuego de acabar con rebaños enteros. Tenían fama de invencibles y nadie se atrevía a hacerles frente.
Cuenta la leyenda que entres las grandes rocas de Peña Oroel, habotab un feroz y aterrador dragón. Durante siglos, las gentes del valle vivieron aterradas. El dragón atacaba a los niños de los pueblos cercanos.
En la cárcel se encontraba un joven preso, estaba acusado de defender y juntars econ las brujas del valle. Con gran valor el joven, decidió proponer un trato:
- ¡Si acabas con el dragón dejarás libres a las brujas y a mí!
El dragón descansaba en una cueva, cerca de la cima. Y el joven iría a su encuentro. Sin embargo, gracias a la amistad que tenía con las brujas, antes de irse, las brujas le dijeron un secreto: Loa dragones tienen un poder especial, hipnotizan a sus víctimas con la mirada. Con gran audacia y sabedor del consejo, que le dieron las bruajs, se le ocurrió una idea. Polió su escudo cuidadosmente, para que en él se viera el reflejo.
Partió hacia Peña Oroel y encontró la cueva donde el dragón dormía tranquilo. Cuando despertó, el dragón miro al joven, quien le mostro su escudo. Con su mirada reflejada en el brillante metal, el dragón hipnotizado y cayó al suelo. Entonces el joven aprovechó para darle muerte con su espada.
De esta forma, el joven logró liberar el miedo de todos y quedaron libres de él y sus brujas, gracias al consejo que le habían dado. Sin ellas no lo hubiera logrado.
Ainara