Cuenta la leyenda que en una aldea de la zona, Foz de Escalate, habitaba una extraña anciana de un tamaño gigantesco que atemorizaba a todo los habitantes.
Era hilandera y, además, tenía fama de bruja... Cansada de ser siempre rechazada por todos, hizo aparecer de la nada unas grandes rocas, y con su fuerza sobrehumana las clavó junto al río Gallego para refugiarse entre ellas. Desde entonces se oculta allí y nadie la a vuelto a ver.
Pero dicen que todavía la giganta bruja sale una vez al año, en la noche de San Juan. Desde las alturas se sienta sobre uno de los mallos, O pisón, y desde allí, peina sus cabellos blancos, mojando el peine en el río.
Ainara